15 trucos sobre el uso de pesticidas - Articulo numero: 014 / 4

[Roxann Lynsey]

Conforme la definición de la FAO, un plaguicida o bien pesticida, es cualquier substancia destinada a prevenir, destruir, atraer, repeler o combatir cualquier plaga, incluyendo las especies indeseadas de plantas o bien animales, durante la producción, almacenamiento, transporte, distribución y preparación de alimentos, productos agrícolas o bien alimentos para animales, o que pueda administrarse a los animales para combatir ectoparásitos.

El término incluye las sustancias destinadas a utilizarse como reguladores del desarrollo de las plantas, defoliantes, desecantes, agentes para reducir la densidad de fruta o inhibidores de la germinación, y las sustancias aplicadas a los cultivos tarde o temprano de la cosecha para proteger el producto contra la deterioración durante el almacenamiento y transporte. El término no incluye generalmente los fertilizantes, nutrientes de origen vegetal o bien animal, aditivos alimenticios ni fármacos para animales».

En la definición de plaga se incluyen insectos, hierbas, pájaros, mamíferos, moluscos, peces, nematodos, o microbios que compiten con los humanos para lograr alimento, destruyen la propiedad, propagan enfermedades o son vectores de estas, o bien causan molestias. Los plaguicidas no son necesariamente venenos, mas pueden ser tóxicos para los humanos o bien otros animales.

Mas conforme a la Convención de Estocolmo sobre contaminantes orgánicos persistentes, 9 de los doce más peligrosos y persistentes compuestos orgánicos son plaguicidas.

El término plaguicida está más ampliamente difundido que el nombre genérico exacto: biocida (literalmente: matador de la vida). El término plaguicida sugiere que las plagas pueden ser distinguidas de los organismos no nocivos, que los plaguicidas no lo matarán, y que las plagas son absolutamente indeseables.

A lo largo de los años mil novecientos ochenta, la aplicación masiva de plaguicidas fue considerada, generalmente, como una revolución de la agricultura. Eran parcialmente económicos y enormemente efectivos. Su aplicación llegó a ser una práctica común como medida preventiva incluso sin ningún ataque perceptible. Desde entonces, la experiencia ha probado que este método no solo daña el medio ambiente, sino que con el tiempo es también ineficaz. Donde se han utilizado los plaguicidas de forma indiscriminada, las especies de las plagas se han vuelto resistentes y bastante difíciles o imposibles de controlar.

En ciertos casos se ha creado resistencia en los vectores principales de las enfermedades (p.ej. los mosquitos de la malaria), o bien han surgido nuevas plagas agrícolas. Por poner un ejemplo, todos y cada uno de los ácaros fueron fomentados por los plaguicidas, pues no abundaban antes de su empleo. Sobre la base de esta experiencia, los expertos en la protección de cultivos han desarrollado un procedimiento más diversificado y duradero: el manejo integrado de plagas.

Los plaguicidas pueden ahorrar dinero a los agricultores al prevenir las pérdidas de cosechas por insectos y otras plagas. En un estudio se calculó que los labradores en los Estados Unidos ahorraron el equivalente de 4 veces el coste de los plaguicidas.​ Otro estudio demostró que el no utilizar plaguicidas resultaba en una pérdida del 10 por cien del valor de las cosechas.​ Otro estudio realizado en 1999 halló que una prohibición de plaguicidas en los U.S.A. puede resultar en un incremento del costo de los comestibles, pérdidas de trabajos y aumento del hambre mundial.

Los herbicidas pueden proteger las frutas y verduras. Los herbicidas se utilizan para quitar las malezas y también para controlar a las plantas invasoras que pueden producir daños en el medioambiente.

En numerosos países, los pesticidas han de estar aprobados para su venta y empleo por una agencia gubernativo.17​18​

A nivel global, el ochenta y cinco por ciento de los países cuentan con legislación sobre almacenaje conveniente de plaguicidas y el cincuenta y uno por ciento incluye disposiciones para asegurar la eliminación adecuada de todos y cada uno de los plaguicidas obsoletos.

Si bien las regulaciones sobre plaguicidas difieren de un país a otro, los plaguicidas y los productos en los que se emplean se comercializan mediante fronteras internacionales. Para hacer frente a las inconsistencias en las regulaciones entre países, los delegados a una conferencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación adoptaron en 1985 un Código Internacional de Conducta sobre la Distribución y Uso de Plaguicidas, para crear estándares voluntarios de regulación de plaguicidas en diferentes países.20​ El Código se actualizó en 1998 y dos mil dos.​ La FAO afirma que el código ha creado conciencia sobre los riesgos de los plaguicidas y ha reducido el número de países sin limitaciones sobre el uso de plaguicidas.

Otros sacrificios para mejorar la reglamentación del comercio internacional de plaguicidas son las Directrices de la ciudad de Londres para el intercambio de información sobre productos químicos objetos de comercio internacional y la Comisión del Codex Alimentarius de las Naciones Unidas. El primero busca implementar procedimientos para asegurar que exista permiso fundamentado anterior entre los países que compran y venden plaguicidas, al tiempo que el segundo busca crear estándares uniformes para niveles máximos de residuos de plaguicidas en los comestibles entre los países participantes.

La educación sobre la seguridad de raticidas los plaguicidas y la regulación de los aplicadores de plaguicidas están diseñadas para resguardar al público del uso incorrecto de plaguicidas, pero no suprimen todo uso indebido. Decantarse por controles alternativos como el manejo integrado de plagas, reducir el empleo de plaguicidas y escoger plaguicidas menos tóxicos puede reducir los peligros que el uso de plaguicidas representa para la sociedad y el medio ambiente.