Opinion experta sobre pesticidas de uso comun - Articulo numero: 007 / 4

[Roxann Lynsey]

Conforme la definición de la FAO, un plaguicida o bien pesticida, es cualquier sustancia destinada a prevenir, destruir, atraer, repeler o bien combatir cualquier plaga, incluyendo las especies indeseadas de plantas o animales, durante la producción, almacenamiento, transporte, distribución y elaboración de comestibles, productos agrícolas o bien alimentos para animales, o bien que pueda administrarse a los animales para combatir ectoparásitos.

El término incluye las sustancias destinadas a utilizarse como reguladores del desarrollo de las plantas, defoliantes, desecantes, agentes para reducir la densidad de fruta o bien inhibidores de la germinación, y las sustancias aplicadas a los cultivos antes o bien después de la cosecha para proteger el producto contra la deterioración a lo largo del almacenamiento y transporte. El término no incluye normalmente los fertilizantes, nutrientes de origen vegetal o animal, aditivos alimentarios ni fármacos para animales».

En la definición de plaga se incluyen insectos, hierbas, pájaros, mamíferos, moluscos, peces, nematodos, o bien microbios que compiten con los humanos para conseguir comestible, destrozan la propiedad, extienden enfermedades o son vectores de estas, o ocasionan molestias. Los plaguicidas no son necesariamente venenos, mas pueden ser tóxicos para los humanos o bien insecticidas otros animales.

Mas de acuerdo a la Convención de Estocolmo sobre contaminantes orgánicos persistentes, nueve de los doce más peligrosos y persistentes compuestos orgánicos son plaguicidas.

El término plaguicida está más ampliamente difundido que el nombre genérico exacto: biocida (literalmente: torero de la vida). El término plaguicida sugiere que las plagas pueden ser distinguidas de los organismos no nocivos, que los plaguicidas no lo matarán, y que las plagas son absolutamente indeseables.

A lo largo de los años mil novecientos ochenta, la aplicación masiva de plaguicidas fue considerada, generalmente, como una revolución de la agricultura. Eran parcialmente económicos y altamente efectivos. Su aplicación llegó a ser una práctica común como medida preventiva aun sin ningún ataque perceptible. Desde ese momento, la experiencia ha probado que este procedimiento no solo daña el medio ambiente, sino a la larga es también ineficaz. Donde se han utilizado los plaguicidas de forma indiscriminada, las especies de las plagas se han vuelto resistentes y bastante difíciles o bien imposibles de supervisar.

En algunos casos se ha creado resistencia en los vectores primordiales de las enfermedades (p.ej. los mosquitos de la malaria), o han surgido nuevas plagas agrícolas. Por ejemplo, todos y cada uno de los ácaros fueron fomentados por los plaguicidas, pues no abundaban ya antes de su empleo. Sobre la base de esta experiencia, los especialistas en la protección de cultivos han desarrollado un procedimiento más diversificado y duradero: el manejo integrado de plagas.

Los plaguicidas pueden ahorrar dinero a los labradores al prevenir las pérdidas de cosechas por insectos y otras plagas. En una investigación se calculó que los agricultores en los U.S.A. ahorraron el equivalente de 4 veces el costo de los plaguicidas.​ Otro estudio probó que el no utilizar plaguicidas resultaba en una pérdida del diez por ciento del valor de las cosechas.​ Otro estudio realizado en mil novecientos noventa y nueve halló que una prohibición de plaguicidas en los Estados Unidos puede resultar en un aumento del costo de los comestibles, pérdidas de trabajos y aumento del hambre mundial.

Los herbicidas pueden resguardar las frutas y verduras. Los herbicidas se utilizan para suprimir las malezas y asimismo para supervisar a las plantas invasoras que pueden producir daños en el medioambiente.

En numerosos países, los pesticidas deben estar aprobados para su venta y uso por una agencia gubernamental.17​18​

A nivel global, el 85 por cien de los países cuentan con legislación sobre almacenamiento conveniente de plaguicidas y el 51 por ciento incluye disposiciones para garantizar la eliminación adecuada de todos los plaguicidas obsoletos.

Aunque las regulaciones sobre plaguicidas difieren de un país a otro, los plaguicidas y los productos en los que se utilizan se comercializan a través de fronteras internacionales. Para hacer en frente de las inconsistencias en las regulaciones entre países, los delegados a una conferencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación adoptaron en mil novecientos ochenta y cinco un Código Internacional de Conducta sobre la Distribución y Uso de Plaguicidas, para crear estándares voluntarios de regulación de plaguicidas en diferentes países.20​ El Código se actualizó en 1998 y 2002.​ La FAO afirma que el código ha creado conciencia sobre los riesgos de los plaguicidas y ha reducido el número de países sin restricciones sobre el uso de plaguicidas.

Otros esfuerzos para progresar la reglamentación del comercio internacional de plaguicidas son las Indicaciones de Londres para el intercambio de información sobre productos químicos objetos de comercio internacional y la Comisión del Codex Alimentarius de las Naciones Unidas. El primero busca implementar procedimientos para asegurar que exista consentimiento fundamentado anterior entre los países que compran y venden plaguicidas, mientras que el segundo busca crear estándares uniformes para niveles máximos de restos de plaguicidas en los alimentos entre los países participantes.

La educación sobre la seguridad de los plaguicidas y la regulación de los aplicadores de plaguicidas están diseñadas para resguardar al público del uso indebido de plaguicidas, pero no eliminan todo empleo incorrecto. Decantarse por controles alternativos como el manejo integrado de plagas, reducir el uso de plaguicidas y elegir plaguicidas menos tóxicos puede reducir los peligros que el empleo de plaguicidas representa para la sociedad y el medioambiente.